En la homilía de la Misa que presidió ayer en la Catedral metropolitana, el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera, señaló que con la fuerza del Espíritu Santo, con sencillez y respeto, todos los miembros de la Iglesia Católica deben dar cuenta de la verdadera esperanza que es Cristo.
En su reflexión sobre la importancia del Espíritu Santo en la Iglesia, prometido por el Señor como consuelo y gracia para todos, el Cardenal resaltó que "no de los hombres frágiles y débiles que conformamos la Iglesia, sino de la presencia del Espíritu en medio de nosotros, es de donde nace la ‘sencilla y respetuosa’ firmeza de la Iglesia que hoy nos ha presentado el príncipe de los apóstoles".
"Los sufrimientos de la Iglesia son paralelos a los de Cristo: no pueden desembocar en la venganza o en la muerte sino en la ‘esperanza’ y en el ‘bien’, pues así como los sufrimientos de Cristo nos llevaron a la victoria sobre el pecado, sobre la injusticia y a la reconciliación con Dios y a la vida según el Espíritu, así la Iglesia debe tener la valentía de dar las razones de la esperanza a todos los que las pidieren".