22 de mayo de 2017 / 05:31 PM
Son varios los jóvenes sacerdotes que han retomado la antigua tradición de obsequiar a sus madres el manutergio de su ordenación, es decir, el paño de lino blanco usado para limpiar el aceite crismal con el cual el obispo que los ordena unge sus manos.
Herb y Theresa Waltz son una pareja de esposos proveniente de Bismarck en Dakota del Norte, Estados Unidos, que han enmarcado y colgado en una de las paredes de su hogar, dos paños blancos con manchas amarillentas que son del crisma con el que ungieron a sus dos hijos en el día de su ordenación sacerdotal.
El paño, llamado manutergium –del latín "manu" y "tergium", que quiere decir "toalla de mano"–, debe ser guardado por la madre a lo largo de su vida y ser enterrada sosteniéndolo en sus manos.