En la audiencia general de hoy que dedicó al tema de los ancianos, el Papa Francisco contó dos breves historias en las que resaltó el gran valor de los mayores y la necesidad de velar siempre por ellos.
La primera historia tiene que ver con el hecho que algunas personas en la actualidad descartan a los ancianos y los hacen a un lado de la vida familiar.
"Una vez, siendo niño, la abuela nos contó una historia de un abuelo anciano que cuando comía se ensuciaba porque no podía llevarse bien la cuchara a la boca, con la sopa. Y el hijo, es decir, el papá de la familia, tomó la decisión de pasarlo de la mesa común a una pequeña mesita de la cocina, donde no se veía, para que comiera solo".