En uno de sus más emotivos encuentros con los peregrinos en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco acogió a un hombre desfigurado. Se llama Oreste Tornani, tiene 60 años y ha cambiado el dolor por la esperanza y el amor que encuentra en una comunidad católica de Florencia.
Hace más de 20 años, Tornani –que laboraba como mecánico en una fábrica de montaje– sufrió un salvaje ataque. Los hermanos de la mujer que amaba lo desfiguraron con un rifle y debió someterse a incontables intervenciones quirúrgicas.
Las secuelas físicas incluyen dificultades para hablar. Con esfuerzo explica que no tiene trabajo y vive gracias a la ayuda de la Asociación María Cristina Ogier de Florencia, Italia, un centro católico dedicado a la "ayuda a la vida" en Florencia.
El dolor físico y espiritual ha quedado atrás, vive con amor, esperanza y una profunda fe católica que lo motivó a dejar por unas horas Florencia para llegar a Roma y tratar de conocer al Papa Francisco al final de la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro.
"Cuando lo conocí me preguntó que como estaba, cómo me iban las cosas, y se interesó si tenía algún problema y por dónde vivía", explicó el 9 de diciembre a ACI Prensa.
"El Papa habla en sencillo, es cordial, con voz cálida y da gusto oírlo", añadió Tornani.
FOTO: Aquí puede ver la foto del encuentro entre el Papa Francisco y Oreste.
Durante su encuentro, el Papa lo besó, con mirada dulce le impartió su bendición, e hizo una señal hacia el cielo. Desde el inicio de su Pontificado, el Papa ha promovido una "cultura de encuentro" con las personas con discapacidad.