Al presidir este mediodía el rezo del Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI denunció la ceguera que afecta al hombre cuando se deja llevar por el ateísmo y secularismo.
“Al curar al ciego, Jesús revela que vino al mundo para emitir un juicio, para separar a los ciegos que pueden curarse de aquellos que no se pueden curar, porque presumen ser saludables. De hecho es fuerte en el hombre la tentación de construir un sistema de seguridad ideológica: incluso la religión puede formar parte de este sistema, como el puro ateísmo o el secularismo, pero al hacerlo uno se ciega por su propio egoísmo”, explicó.
En su habitual reflexión dominical, el Papa indicó que “en estos domingos de Cuaresma, a través de los textos del Evangelio de Juan, la liturgia nos permite emprender un auténtico viaje bautismal”.