"El mensaje de Fátima es sencillo y está a la medida de la comprensión de todos. Así nos los confirma el hecho de que fue confiado a tres humildes pastorcitos de 10, 9 y 6 años de edad. No obstante se necesita mucha humildad, sencillez y valor para acogerlo y vivirlo. Podemos resumirlo en tres palabras claves: penitencia, oración y rosario", afirma en su reflexión mariana el Arzobispo de Piura (Perú), Mons. José Antonio Eguren.
Ante la realidad actual, prosigue el Prelado, "el llamado urgente de Nuestra Señora de Fátima a la penitencia, si bien es un llamado maternal, es a la vez es un llamado urgente, claro y rotundo".
"La Virgen María vino del Cielo para recordarnos que nuestra relación con Dios es constitutiva de nuestra condición humana, ya que fuimos creados por Él y para Él, y nuestro destino último es el encuentro plenificador con Dios, Comunión de Amor".