Como María, vivir heroicamente entregados a Dios, exhorta Fundador del MVC

El Fundador del Movimiento de Vida Cristiana (MVC), don Luis Fernando Figari, exhortó a los más de cuatro mil participantes reunidos ayer por la tarde en un encuentro realizado en esta ciudad ecuatoriana a vivir una vida heroica de amor entregada a Dios, como lo hizo Santa María, para anunciar "el fuego del Evangelio que no se apaga" a un "mundo que pasa frío".

En su intervención en el Centro de Convenciones Simón Bolívar, Figari agradeció primeramente a Dios por estar en Santiago de Guayaquil, "la ciudad de Cristo y María", y por la "intensa y hermosa experiencia" que congrega en estos días a más de 200 delegados del Movimiento de Vida Cristiana en su 3º Asamblea Plenaria que se realiza hasta el martes 8 de diciembre.

El Fundador del MVC expresó su alegría por celebrar en este encuentro la fe como familia espiritual, mirando al apóstol Santiago "de cuyo nombre despierta la cercanía Jesús y el compromiso apostólico".

Ante un atento auditorio, don Luis Fernando Figari recordó que Ecuador fue el primer país latinoamericano en ser consagrado a Santa María y al Sagrado Corazón de Jesús. "Ese es nuestro tesoro y no lo podemos perder y no lo vamos perder por ninguna razón, porque aquí está nuestra bandera de la fe", dijo.

Al hablar luego de la vida cristiana, el Fundador del MVC resaltó que ésta "no se manifiesta en la tristeza sino en la alegría, pues participamos de la alegría del Señor Jesús, de manera singular en nuestra vida interior cuando celebramos la fe, en este encuentro, con sus oraciones, con su júbilo, sus cantos, sus barras, y sus mensajes. Con María nos alegramos de la Buena Nueva de Jesús, celebramos la Buena Noticia y nos convertimos en fuego ardiente de su corazón, y lanzamos un mensaje de fe, de amor y de entusiasmo a un mundo que pasa frío".

Figari aseguró a los presentes que "de cada uno de ustedes se reclama una vida heroica por amor, que responda a una entrega generosa". "Yo quiero que pensemos unos instantes: ¿están dispuestos a seguir a Jesús hasta dar la vida?", cuestionó.

Luis Fernando Figari explicó además que la ignorancia en la fe es uno de los principales elementos que el demonio tiene para atacar a la Iglesia, por lo que propuso como respuesta concreta, a los líderes del MVC en Ecuador, establecer escuelas de catequistas.

"Hay que tomar el amor de Dios en serio, abrirse a Él, salir al encuentro del Señor Jesús a cada paso, porque Cristo sale a nuestro encuentro, Él nos llama, está tocando la puerta de nuestros corazones y nos invita a recibirlo, a acogerlo, a abrirle nuestra interioridad, para que en nosotros entre su fuego que no se apaga".

Reflexionando luego sobre el pasaje bíblico del joven rico y tras comentar que como él son muchos los que experimentan el amor de Dios pero que todavía ponen barreras para responder auténticamente, Luis Fernando Figari exclamó: "¡Cuántas veces nos cerramos, rechazamos el amor de Dios, no queremos aceptar que el amor de Dios nos está llamando porque nos resulta incómodo! ¡El Señor Jesús sale a tu encuentro! ¡Abandona todo aquello que es un obstáculo para que entregues la vida, para que te entregues al amor!"

"Si Dios te llama responde como Santa María que se arriesgó y se entregó al Plan de Dios sin miedo", exhortó.

Finalmente, Luis Fernando invitó a los emevecistas a optar por el Señor Jesús: "Tú eliges, tú eliges ¿qué más pudo hacer el Señor por ti para que alcances la salvación, la perfección, la alegría? Tú puedes callar o abrirte del todo a Él y entregarte totalmente para seguir a Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida. Opta por la vida, opta por el amor, por la libertad que el Señor Jesús nos revela".

Tras la ponencia, dos delegados de la 3º Asamblea Plenaria llegaron hasta el estrado para entregarle, en nombre de todo el MVC, una imagen de Nuestra Señora de la Reconciliación tallada en madera de San Antonio de Ibarra. El Encuentro concluyó con una serie de números artísticos mostrando las expresiones de los países donde este movimiento eclesial sirve apostólicamente.