Cuando la hermana Deirdre "Dede" Byrne contestó el teléfono en diciembre de 2021, un joven al otro lado de la línea le dijo algo inquietante y difícil de creer.
"Mi madre es médica. Trabajaste con ella hace más de una década en Afganistán, en un campamento estadounidense cerca de Pakistán. Y ahora su vida corre grave peligro", le dijo a la hermana.
Algunas personas podrían haber descartado la llamada al parecer un engaño, pero los detalles llamaron la atención de la hermana Byrne. Como veterana militar, la religiosa había vivido en Camp Salerno, a unos 9.6 kilómetros de la frontera con Pakistán, alrededor de 2008. Fue allí donde se cruzó con la Dra. M. (su nombre completo será ocultado por motivos de seguridad).