Al concluir la Misa de beatificación del Cardenal John Henry Newman realizada en Birmingham ante miles de fieles, el Papa Benedicto XVI recordó la importancia que tuvo para él la Virgen María y alentó a buscar su intercesión "en nuestras propias necesidades y las del mundo entero".
El Papa recordó que "cuando el Beato John Henry Newman vino a vivir a Birmingham, dio el nombre de ‘Maryvale’ a su primera casa en este lugar. El Oratorio que fundó está dedicado a la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen. Y puso bajo el patrocinio de María, Sedes Sapientiae, la Universidad Católica de Irlanda".
Seguidamente citó unas palabras sobre María del Cardenal: "¿Quién puede apreciar la santidad y la perfección de Aquella que fue elegida para ser la Madre de Cristo? ¿Qué dones debió tener, quien fue elegida para ser el único familiar más cercano en la tierra al Hijo de Dios, la única a quien Él estaba obligado por naturaleza a venerar y admirar; la escogida para guiarle y educarle, para instruirle día a día, a medida que crecía en sabiduría y en estatura?".