La experta indicó que, desde el trabajo de la ADF, "hasta ahora la libertad religiosa no era una batalla que veíamos latente en Latinoamérica", aunque ya "comenzaban los ataques a la libertad religiosa, pero desde otros frentes", como el impulso de la agenda gay.
En ese sentido, advirtió de la falta de imparcialidad de la CIDH. La propia convención sobre discriminación e intolerancia de la OEA "claramente es un ataque directo a la libertad religiosa, libertad de expresión, entre muchos otros derechos que trastoca. Diría que socava todos los otros derechos de una persona heterosexual. Puesto que el fin principal de esta convención es la protección de personas con orientación sexual, identidad de género distintas".
"Tendremos que seguir muy de cerca el actuar de la Comisión y de la Corte, pues este año entran en función nuevos comisionados y que claramente tienen una tendencia, más que liberal", indicó Casillas. "Ahí tenemos a (Eugenio) Zaffaroni", exmiembro de la Corte Suprema de Justicia argentina y cuya candidatura fue impulsada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
La abogada del ADF indicó que si bien "hay algunas cláusulas que pueden ayudar a las diócesis a protegerse" de posibles violaciones a su libertad religiosa, "ante una Comisión o una Corte que continúe actuando de forma ideologizada y no apegada a derecho, es decir, de forma arbitraria, todos ciudadanos de los distintos países que están bajo la jurisdicción de sistema, quedamos completamente desprotegidos".