El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Celestino Migliore, señaló en su intervención de hoy sobre la lucha contra el crimen internacional organizado que es tarea de todas las naciones combatir de manera efectiva, integral y respetuosa de la dignidad y los derechos de las personas los flagelos del narcotráfico y el tráfico de personas que son explotadas sexualmente.
En su discurso de esta tarde, el Nuncio advirtió que actualmente "más y más leyes se aprueban para buscar aprobar este trabajo deshumanizante. Incluso los eventos mundiales y sociales relacionados al deporte que se suponen buscan promover el respeto y la armonía entre los pueblos del mundo se han convertido en oportunidades para una mayor explotación y tráfico de mujeres y niños".
El Arzobispo dijo luego que para combatir estos dos graves problemas es necesario "encontrar terrenos comunes que puedan sostener las relaciones humanas sobre la base de la humanidad compartida. Todavía subsiste una profunda necesidad de defender la dignidad inherente y el valor de todo ser humano, con especial atención a los más vulnerables en la sociedad".