Colegios e instituciones laicales piden reliquias de periodista mártir valenciano

La agencia de la Arquidiócesis de Valencia, AVAN, dio a conocer que diversas parroquias, instituciones laicales y colegios han solicitado a la Arquidiócesis reliquias del periodista valenciano Pablo Meléndez (1876-1936), beato y mártir de la persecución religiosa de 1936, para fomentar su devoción.

Pablo Meléndez fue director del periódico católico "La Voz "de Valencia y, durante seis años, fue concejal y teniente alcalde del Ayuntamiento de Valencia por la Liga Católica en la II República, según informaron a AVAN fuentes de la comisión diocesana para las Causas de los Santos de Valencia.

En la actualidad, sus reliquias son veneradas en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, en la Catedral de Milán, en la parroquia de la localidad siciliana de Motta di Sant’ Anastasia, además de en otros templos de las regiones de Piamonte y la Toscana.

Igualmente, en la Catedral de Valencia, en la parroquia de San Jerónimo de la capital valenciana, y también en la de San Antonio Abad de San Antonio de Benágeber y Nuestra Señora de la Asunción en Cárcer, se veneran reliquias de Meléndez.

Pablo Meléndez Gonzalo fue beatificado el 2001 por el Papa Juan Pablo II, dentro de un grupo de 233 mártires valencianos. Sus restos descansan en la iglesia San Juan y San Vicente de la capital valenciana.

Pablo Meléndez nació en Valencia en 1876, hijo de un comandante de la guardia civil del que quedó huérfano a los 14 años. Al ser el mayor de siete hermanos tuvo que ayudar a partir de entonces a su madre a mantener la familia. Fue un "brillantísimo estudiante, en el instituto y en la Universidad, mientras desplegaba una intensa labor como catequista y de apostolado en las Conferencias de San Vicente de Paúl y en la Adoración Nocturna", según uno de sus biógrafos, Ramón Fita, presidente de la comisión diocesana para las Causas de los Santos.

Además de sus responsabilidades en el Ayuntamiento, fue también durante 18 años diputado provincial y asesor personal de los arzobispos de Valencia, desde el Cardenal Guisasola hasta monseñor Prudencio Melo.

El 25 de septiembre de 1936 fue detenido y trasladado a la Cárcel Modelo de Valencia, donde permaneció hasta el 24 de diciembre de aquel mismo año en que fue asesinado junto a su hijo Alberto, en la carretera de Castellar.