Claudia Peña, de 42 años, trabajaba como administradora en un hotel y ya era madre de tres hijos de 23, 17 y 13 años, cuando se enteró de que estaba embarazada del cuarto. Comenzó a tener crisis de pánico y cayó en una depresión.
Su familia y su entorno comenzaron a presionarla para que abortara, como ya lo había hecho anteriormente a través de un fármaco. Sin embargo, recordando lo terrible de esa experiencia prefirió buscar ayuda para dar a su hijo en adopción.
Así fue como llegó a la Fundación Chile Unido donde recibió apoyo sicológico para llevar adelante su embarazo, que concluyó con el feliz nacimiento de Isidora Antonia, a la cual finalmente no dio en adopción y que hoy es la alegría de la familia.