El sábado pasado, después de la Misa Réquiem por los no nacidos presidida por Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, se encendieron cerca de 200 velas en memoria de cada niño que fue abortado en esa ciudad en el año 2015.
Previo al encendido de las velas, que fue presenciado por los cientos de fieles que llenaron la Catedral, el Prelado señaló en su homilía que "lloramos, no sólo por esos pequeños que se perdieron. Lloramos por sus madres y padres. Lloramos por nuestra ciudad, donde sigue la rutina de tomar la vida inocente cada día y cada año".
También dijo que cada vela es encendida por "cada vida inocente reclamada por el mal del aborto en el sur de California cada día".