Centenares de personas han dado ya su último adiós al Cardenal Agustín García-Gasco en el salón del trono del Palacio Arzobispal de Valencia, donde ha quedado abierta la capilla ardiente a las 11:00 a.m. (hora local), según ha informado el Arzobispado en un comunicado.
En la capilla, presidida por una cruz, y junto a dos cirios reposa el féretro abierto sobre una alfombra. El cadáver del Cardenal ha sido amortajado con alba y casulla morada; lleva mitra y palio arzobispal, y sobre su lado izquierdo ha sido colocado el báculo. Dos agentes con uniforme de gala de la Policía Local de Valencia, ciudad de la que era hijo adoptivo, flanquean el féretro.
En la entrada a la capilla, el Arzobispo de Valencia, Mons. Carlos Osoro, y su Obispo Auxiliar, Mons. Enrique Benavent, reciben a las personas que suben a la capilla ardiente, situada en el primer piso del Palacio Arzobipal. En la planta baja, el libro de condolencias está abierto sobre una mesa.