En su intervención en el congreso teológico "Fidelidad de Cristo, fidelidad del Sacerdote", el Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Claudio Hummes, resaltó que "el celibato sacerdotal es un don del Espíritu Santo que pide ser comprendido y vivido con plenitud de sentido y alegría, en la relación totalizante con el Señor".
El Purpurado indicó que "esta relación única y privilegiada con Dios hace del sacerdote el testimonio auténtico de una singular paternidad espiritual y lo hace auténticamente fecundo".
"La Iglesia –prosiguió– en cuanto Cuerpo Místico de Cristo ve a todos los fieles aprovechar el don de ser un pueblo sacerdotal, pero al mismo tiempo sabemos que Cristo escoge a algunos" y "esos son los sacerdotes que continúan esta misión".