18 de octubre de 2010 / 10:56 AM
El Papa Benedicto XVI resaltó en su carta a los seminaristas de todo el mundo enviada hoy en ocasión de la conclusión del Año Sacerdotal, el Papa Benedicto XVI explicó que los sacerdotes, viviendo el celibato, pueden "vivir una humanidad auténtica, pura y madura"
En el texto el Santo Padre recuerda que los años del seminario deben ser un "periodo de maduración humana. Para el sacerdote, que deberá acompañar a otros en el camino de la vida y hasta el momento de la muerte, es importante que haya conseguido un equilibrio justo entre corazón y mente, razón y sentimiento, cuerpo y alma, y que sea humanamente ‘íntegro’".
"La tradición cristiana siempre ha unido las ‘virtudes teologales’ con las ‘virtudes cardinales’, que brotan de la experiencia humana y de la filosofía, y ha tenido en cuenta la sana tradición ética de la humanidad. Pablo dice a los Filipenses de manera muy clara: ‘Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta’".