Con una Misa en su Basílica, el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera, presidió los festejos por el 250º aniversario de la proclamación de la Virgen de Guadalupe como Patrona del país.
Junto al Nuncio Apostólico en el país, Mons. Giuseppe Bertello, el Cardenal Rivera Carrera hizo votos para que la Madre siga acompañando el camino a la unión, concordia, mutuo respeto y paz de los mexicanos.
El Purpurado recordó que la devoción por la Virgen experimentó su auge en 1736, cuando miles de enfermos llegaron a pedirle alivio por la epidemia de fiebre amarilla que ocasionó la muerte de más de 200 mil mexicanos.