El compromiso de la Iglesia con “los más pobres entre los pobres”, tiene un especial sentido en Pakistán, donde los católicos dedican denodados esfuerzos por defender los derechos de las mujeres y niños, muchas veces negados por la cultura islámica.
De visita en la sede de la organización internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), el Obispo de Hyderabad, al sudoeste de Pakistán, Mons. Max John Rodrigues, declaró que la población tribal de su región “debe ser liberada del trabajo forzado y el trabajo infantil. La liberación de la mujer, que tiene un lugar muy bajo en sociedad paquistaní contemporánea, es también uno de los objetivos de la Iglesia. Tal cambio social del pueblo podría llamarse pre-evangelización”.
Asimismo, explicó que este año su diócesis sufrió el embate de una dura sequía y la gente ha atravesado momentos muy difíciles. Esta coyuntura, sostuvo el Obispo de 66 años de edad, recuerda que la Iglesia “debe siempre trabajar con y por los más pobres entre los pobres”.