La comunidad católica en Estados Unidos suma fuerzas para seguir ayudando a los afectados por los incendios forestales que desde agosto afecta la costa oeste del país.
California, Washington y Oregon son los estados más afectados. A la fecha, hay al menos 35 personas fallecidas como resultado de los 1.100 incendios producidos, un número considerado por el gobernador de California, Gavin Newsom, como "sin precedentes".
Como resultado de la tragedia, millones de hectáreas se han quemado, miles de bomberos corren peligro en sus esfuerzos contra las llamas y miles de residentes se han visto obligados a huir de sus hogares, incluidas algunas parroquias e instalaciones católicas. Frente a ello, las parroquias locales, diócesis y organizaciones católicas de caridad se movilizan para ayudar.