Miles de fieles llegaron a la ciudad de Rangún (Myanmar) con la esperanza de ver al Papa Francisco, sin embargo, un grupo de ellos decidió pasar la noche en un lugar inusual: el cementerio de una iglesia local.
Según informó la agencia AFP, el cementerio de la iglesia San Francisco de Asís, en Rangún, es el único lugar que quedaba libre para acampar, mientras los católicos ingresan desde las fronteras de Myanmar para tener la oportunidad de ver al Santo Padre.
Así, delgadas mantas de mimbre se ven entre las tumbas de mármol de antiguos sacerdotes, formando un dormitorio improvisado al aire libre.