18 de enero de 2004 / 08:39 AM
Según reveló la agencia católica “AsiaNews”, especializada en temas del Oriente, la comunidad católica china considerada ilegal por el gobierno comunista, ha recibido con sorprendente entusiasmo el saludo del Papa Juan Pablo II por el año nuevo chino.
Al concluir el Angelus de este domingo, el Pontífice dijo desde la ventana que asoma a la Plaza San Pedro que “a los grandes pueblos del Oriente, sobre todo chinos, vietnamitas y coreanos, que en los próximos días celebrarán con alegría el fin del año lunar, aseguro mi cercanía y auguro de corazón serenidad y prosperidad”.
Un médico católico de la “Iglesia del silencio” en Beijing dijo a AsiaNews que “esperaba hace mucho tiempo una palabra del Papa… este saludo es el signo de que la Iglesia universal no nos ha olvidado. Sé que el Papa conserva el pensamiento por China en lo profundo de su corazón. Quisiera decirle: Gracias Santo Padre, gracias por sus palabras que nos han confortado y sostenido... El Señor ha hecho un milagro conservándolo con salud, nosotros queremos pedirle otro: ¡venga a China el próximo año!”