La muerte del Arzobispo Emérito de Manila, Cardenal Jaime Sin, ha afectado también a los católicos chinos, quienes se han reunido para orar y celebrar Misas en sufragio de quien consideran “un gigante de la fe” para Asia.
La agencia Fides informó desde Pekín que los católicos de China, entre feligreses y religiosos, se reúnen para recordar y agradecer al Purpurado por la gran labor apostólica que desarrolló a favor de la Iglesia fiel a Roma.
“La historia recordará siempre la contribución del difunto Cardenal Sin a la Iglesia y a los católicos chinos –expresó un sacerdote–. Es él quien ha dado la posibilidad a los jóvenes chinos de estar realmente en comunión con la Iglesia universal durante la Jornada Mundial de la Juventud de Manila, en 1995”.