El Papa condena atrocidades en Pensilvania: Ningún esfuerzo por pedir perdón será suficiente

El Papa condena atrocidades en Pensilvania: Ningún esfuerzo por pedir perdón será suficiente
Papa Francisco / Crédito: Daniel Ibañez - ACI Prensa

El Vaticano publicó esta mañana una "Carta del Papa Francisco al Pueblo de Dios" en la que el Pontífice expresa su enérgica condena a los abusos sexuales cometidos durante décadas por sacerdotes en Pensilvania (Estados Unidos) y reconoce que ningún esfuerzo por pedir perdón y reparar los daños será suficiente.

En su carta firmada el 20 de agosto, el Santo Padre indica que "nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado" ante los "abusos sexuales, de poder y de conciencia" cometidos por un "notable número de clérigos y personas consagradas".

"El dolor de las víctimas y sus familias es también nuestro dolor, por eso urge reafirmar una vez más nuestro compromiso para garantizar la protección de los menores y de los adultos en situación de vulnerabilidad", aseguró.

La carta del Papa se da a conocer luego de la difusión del informe de la Corte Suprema del estado de Pensilvania que da cuenta de más de mil casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero durante los últimos 70 años en las diócesis de Allentown, Erie, Greensburg, Harrisburg, Pittsburgh y Scranton.

El informe de 884 páginas fue escrito por 23 miembros de un gran jurado, que durante 18 meses examinó medio millón de páginas de documentos. El FBI ayudó con la investigación de estos casos sucedidos entre 1947 y 2017.

El otro escándalo que también ha dado la vuelta al mundo fue el de Theodore McCarrick, cuya renuncia al Colegio de Cardenales fue aceptada por el Papa el pasado 28 de julio, tras conocerse una serie de inconductas sexuales de quien fuera Arzobispo de Washington.

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En su carta del 20 de agosto, el Papa sostiene que "si bien se puede decir que la mayoría de los casos corresponden al pasado", "con el correr del tiempo hemos conocido el dolor de muchas de las víctimas y constatamos que las heridas nunca desaparecen y nos obligan a condenar con fuerza estas atrocidades, así como a unir esfuerzos para erradicar esta cultura de muerte; las heridas 'nunca prescriben'".

"Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas. Hemos descuidado y abandonado a los pequeños", lamentó Francisco.

Sin embargo, aunque "en el pasado la omisión pudo convertirse en una forma de respuesta", el Papa aseguró que hoy se quiere que "la solidaridad", "se convierta en nuestro modo de hacer la historia presente y futura" para que las "víctimas de todo tipo de abuso puedan encontrar una mano tendida que las proteja y rescate de su dolor".

"Tal solidaridad nos exige, a su vez, denunciar todo aquello que ponga en peligro la integridad de cualquier persona", agregó.

También, el Papa pidió todos los bautizados que se sientan involucrados "en la transformación eclesial y social que tanto necesitamos" y denunció cualquier forma de clericalismo.

"Invito a todo el santo Pueblo fiel de Dios al ejercicio penitencial de la oración y el ayuno siguiendo el mandato del Señor, que despierte nuestra conciencia, nuestra solidaridad y compromiso con una cultura del cuidado y el 'nunca más' a todo tipo y forma de abuso", expresó el Pontífice.

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También dijo que "es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables".

"Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos", agregó.

El Santo Padre recordó que, a través de la penitencia y la oración, se permitirá "sensibilizar nuestros ojos y nuestro corazón ante el sufrimiento ajeno y a vencer el afán de dominio y posesión que muchas veces se vuelve raíz de estos males".

Finalmente, el Papa pidió para que "el ayuno y la oración despierten nuestros oídos ante el dolor silenciado en niños, jóvenes y minusválidos".

"Ayuno que nos dé hambre y sed de justicia e impulse a caminar en la verdad apoyando todas las mediaciones judiciales que sean necesarias. Un ayuno que nos sacuda y nos lleve a comprometernos desde la verdad y la caridad con todos los hombres de buena voluntad y con la sociedad en general para luchar contra cualquier tipo de abuso sexual, de poder y de conciencia", concluyó.

Para leer la carta completa ingrese AQUÍ

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