La organización de caridad creada por los obispos de Estados Unidos, Catholic Relief Services (CRS), criticó al Gobierno norteamericano por proponer recortar los fondos públicos destinados a programas de ayuda extranjera que ya habían sido aprobados por el Congreso.
Según las agencias de ayuda, la medida podría significar una pérdida de entre 2 mil millones y 4 mil millones de dólares que se habrían destinado para esfuerzos humanitarios.
La Oficina de Administración y Presupuesto solicitó la suspensión temporal de los fondos la semana pasada, pidiendo una "contabilidad" de todo el presupuesto que aún no se ha designado oficialmente para fines específicos.