El Vicario del Papa para la Diócesis de Roma, Cardenal Agostino Vallini, deploró la decisión del Consejo Provincial de la capital italiana de instalar distribuidores automáticos de preservativos en las escuelas de la ciudad, con lo que, dijo, se vulnera la sexualidad y la afectividad de los jóvenes.
Esta decisión, señaló el Cardenal en una nota dada a conocer por L'Osservatore Romano, "no puede encontrar consenso en la comunidad eclesial de Roma ni en las familias cristianas seriamente preocupadas por la educación de sus hijos". Sorprende, añade, que "una iniciativa de este tipo pensada para la escuela, que en su naturaleza se dedica a promover la formación integral de la persona, pueda ser considerada como algo bueno, en nombre de la llamada información y prevención".
"Interpretando entonces –prosigue el Purpurado italiano– el sentir de muchos padres, deploramos que la iniciativa sea definida como una moción valiente. A nosotros nos parece que el único valor que esto tiene es el de banalizar nuevamente los temas de la afectividad y la sexualidad, y de la educación juvenil, en un tiempo en el que al centro de la atención está la llamada 'emergencia educativa'".
