El Obispo de Hong Kong (China), Cardenal John Tong, dijo que la propuesta del Cardenal Fernando Filoni de instituir una Comisión de alto nivel entre el país asiático y la Santa Sede para afrontar cuestiones aún sin resolver sobre la vida de los católicos chinos representa “una gran esperanza para el futuro”.

El Purpurado chino, que participó como Presidente delegado de la Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, dijo a la agencia Fides que reza para que China reciba como “gesto amistoso” el alcance de las consideraciones expuestas por el Cardenal Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos en un artículo publicado en “Tripod”, el trimestral católico de la diócesis de Hong Kong.

En el texto, el Cardenal Filoni considera los acontecimientos del catolicismo chino cinco años después de la carta dirigida por el Papa Benedicto XVI a la Iglesia en China en 2007, sugiriendo entre otras cosas, la búsqueda de “una nueva forma de diálogo” entre el Vaticano y Pekín, citando como referencia anterior a las comisiones bilaterales existentes entre la China popular y Taiwán y la establecida entre la Santa Sede y Vietnam.

También de acuerdo con el Cardenal Tong “el diálogo es necesario, porque sin él no se puede tratar de resolver ninguno de los problemas aún abiertos, mientras que a través del diálogo pueden desvanecerse malentendidos y conceptos erróneos”.

El Obispo de Hong Kong puso como ejemplo el caso de las ordenaciones episcopales ilegítimas impuestas a la Iglesia en China. “Nuestra perturbación ante estos hechos”, indicó, “surge del hecho de que estas ordenaciones dañan a la Iglesia en un aspecto sustancial de su propia naturaleza. Con el diálogo se puede razonar sobre el hecho de que los Obispos no son funcionarios políticos de un aparato”.

“También para ser sacerdotes son necesarios los requisitos adecuados en materia de doctrina, moral, pastoral y humana. Y esto es aún más cierto para la selección de los Obispos”, expresó el Purpurado.

El Cardenal Tong señaló que el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos destaca con fuerza persuasiva en su artículo los efectos positivos que la libertad de fe y de pertenencia a la Iglesia puede proyectar también sobre el terreno de la convivencia civil. “Existe una consonancia potencial”, señaló el Obispo chino, “entre ser buen católico y ser un buen ciudadano”.

“Nuestras tradiciones milenarias basadas en el pensamiento confuciano empujan al individuo a corregirse para vivir en armonía y respeto para con la propia familia, la sociedad y el mundo entero. Ahora, el seguimiento de Jesús produce precisamente estos efectos, liberándonos del egoísmo y el materialismo y llevándonos a amar a nuestro prójimo”, afirmó.

Añadió que “el gobierno podría reconocer y apreciar esto: si se permite a la Iglesia dejar crecer en libertad a sus fieles, para que puedan ser realmente buenos católicos, también la sociedad se beneficiará”.

El Cardenal Tong recordó que los nuevos instrumentos de diálogo mencionados por el Cardenal Filoni en su artículo, como las comisiones bilaterales de alto nivel, “ya existen entre la China popular y Taiwán, así como entre Vietnam y la Santa Sede. Son precedentes elocuentes y confirman que se puede crear un instrumento de contacto similar entre la Santa Sede y la China popular”.