El Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), y Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, celebró la Misa por la fiesta de la Virgen Santa María la Real de la Almudena, donde afirmó que el trabajo de Cáritas es "un testimonio esperanzador de cómo la fe sabe transformarse en obras de servicio" en medio de la crisis económica que afronta España.

Ante los cientos de fieles reunidos en la Plaza Mayor de Madrid, el Cardenal ha agradecido la ayuda que la Virgen ha dado históricamente a la Diócesis de Madrid-Alcalá. "Celebrar su Fiesta equivale a hacer memoria agradecida y festiva de su protección maternal sobre los vecinos y habitantes de la ciudad y de la región de Madrid a lo largo de más de un Milenio", ha dicho el Arzobispo de Madrid.

En ese sentido, destacó la fuerte relación entre esta advocación mariana y la capital de España, porque "desde hace más de mil años, la Virgen de La Almudena, venerada y amada tiernamente como Patrona y Madre del Cielo, les ha hecho depositarios de una consoladora certeza: ¡alégrate y goza Madrid porque he venido a estar y a quedarme contigo! ¡Sí, he venido para que Dios habite dentro de ti!".

El Purpurado ha recordado que dentro de poco se clausurará el Año de la Fe convocado por el Papa Benedicto XVI. En ese sentido el Cardenal ha explicado que "la ciudad del hombre, cuanto más esté dispuesta a dejarse iluminar y transformar por la Ciudad de Dios, mayores y más preciosos serán los bienes que cosecharán cada persona, cada familia, el conjunto de la sociedad, la comunidad política y sus instituciones privadas y públicas" y ha precisado que esto es algo "urgente en el Madrid del 2013".

El Cardenal también ha invitado a que el compromiso cristiano "que se nos impone en nuestra celebración de 'La Almudena del 2013'", de esperanza a pesar de la situación que afronta España, y que el Purpurado ha calificado como "incertidumbres individuales y colectivas".

Explicó que "las preocupaciones y problemas de todo tipo, tan agobiantes para tantos ciudadanos y tantas familias madrileñas, encontrarán de este modo la respuesta y la solución del amor fraterno: el único capaz de trocar las lágrimas, el dolor y el llanto en aliento, consuelo y en la cierta esperanza de que el Señor Resucitado ¡Jesucristo!, que conduce la historia, nos despejará el camino de la conversión moral y espiritual que necesitan las personas y la sociedad para salir verdadera y eficazmente de la crisis".

En ese sentido, el Arzobispo de Madrid también ha agradecido en la homilía la acción que Cáritas realiza "en estos momento de crisis y de incertidumbre económica" y que según ha dicho "son un testimonio esperanzador de cómo la fe sabe transformarse en obras de servicio".

Además, pidió a los presentes que oren para que "se comprenda, se acepte y viva lo que los Obispos Españoles enseñaban recientemente: 'Sin la familia, sin la protección del matrimonio y de la natalidad, no habrá salida duradera de la crisis'".

También invitó a pedir a la Virgen por los "jóvenes que todavía no encuentran trabajo", "por las las rupturas de los matrimonios y de las familias", y "por las víctimas del terrorismo". Asimismo, agradeció por "el amor siempre fiel, delicado, paciente y finamente afirmado y practicado por tantos matrimonios y familias de todas las edades, generoso y fecundo, dando la vida a nuevos hijos", "los jóvenes dispuestos a abrazar la vocación al sacerdocio y a la vida consagrada y tantos los seglares empeñados en el valiente propósito de evangelizar las realidades y estructuras temporales", algo que no se comprende "sin el amor y la devoción a la Virgen".

Durante la celebración eucarística, como es tradición, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, renovó el voto de Madrid a la protección de la Virgen de la Almudena. "Os pido que en este día en que la Villa renueva su voto que sigáis cuidándonos a los madrileños y a los españoles desde Vuestra infinita misericordia, ilumínenos y protéjanos", terminó Botella.