Cardenal Rouco recuerda que la crisis no se supera sólo con medidas económicas

El Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Cardenal Antonio María Rouco Varela, manifestó que la crisis económica no se supera sólo con medidas técnicas de orden económico.

Durante el discurso inaugural de la 94° Asamblea Plenaria de la CEE, el Purpurado recordó que la superación de esta situación exige la integración de las medias técnicas "en el marco más amplio de las que habrían de adoptarse en materia de educación, cultura, comunicación y, sobre todo, del binomio matrimonio-familia".

El Cardenal Rouco Varela dedicó un capítulo de su extensa apelación a exponer las enseñanzas y propuestas de la última encíclica del Papa Benedicto XVI -'Caritas in Veritate'- ante las situación de "crisis moral y económica". Según afirmó citando al Pontífice, "la crisis actual debería convertirse en ocasión para abordar a fondo la situación de toda la familia humana".

"El problema lacerante del hambre de millones y millones de niños persiste y amenaza con acentuarse. Es necesario considerar que la vía solidaria hacia el desarrollo de los países pobres puede ser un proyecto de solución de la crisis global", recalcó.

Refiriéndose a las causas de la crisis, el Cardenal señaló que "el falso señuelo del materialismo y del hedonismo afecta a todos los seres humanos" y defendió que cuando la Doctrina Social de la Iglesia denuncia injusticias "no promueve ningún fatalismo ni ningún automatismo".

Entre las medidas que propone, se encuentra el "gran objetivo de salvaguardar el primer capital social, que es el ser humano mismo, la persona". En este sentido, afirmó que la prioridad es el acceso al trabajo por parte de todos y la advertencia de que "reducir el nivel de tutela de los derechos de los trabajadores impide consolidar un desarrollo verdadero".

Así, el Cardenal se refirió al término de "ecología humana" para recordar nuevamente las palabras del Papa en su última encíclica: "Si no se respeta el derecho a la vida y a la muerte natural, si se hace artificial la concepción, la gestación y el nacimiento del hombre, si se sacrifican embriones humanos a la investigación, la conciencia común acaba perdiendo el concepto de ecología humana y de la ecología ambiental".

Finalmente y al hilo de lo dicho anteriormente, calificó de "contradicción" que se pida a las nuevas generaciones el respeto al medio ambiente, "cuando la educación y las leyes no las ayudan a respetarse a sí mismas".