El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, destacó durante su homilía de la Misa de clausura de la Misión Joven de esta ciudad, que "el que se aparta de Dios y reniega de Él, se destruye".
En su homilía en la explanada del Cerro de los Ángeles, el Cardenal recordó que la tragedia de la guerra en España aparece cuando "hay una causa segura: la negación de Cristo por parte de una cultura que empezaba a conquistar Europa".
Frente a esta idea de rechazo de Dios, donde triunfaban ideas del abandono de la tradición cristiana y que provocó la revolución soviética, la fascista y la nacional-socialista y que desembocó en la Segunda Guerra Mundial, destacó que "el don que salva al hombre es el amor de Cristo" y que "los cristianos, renegando de su fe, tropezaban con la misma piedra".