Al presidir la multitudinaria Misa de inauguración de la JMJ Madrid 2011 celebrada en la emblemática Plaza de Cibeles, el Arzobispo anfitrión por segunda vez de este evento, Cardenal Antonio María Rouco Varela, alentó a los peregrinos a testimoniar con valor a Cristo a ejemplo del Beato Juan Pablo II.
En la Misa dedicada al Papa Wojtyla ante medio millón de jóvenes y concelebrada por 800 obispos de todo el mundo y unos 8 mil sacerdotes, el Cardenal resaltó las raíces católicas de España "que se constituye animada por un proyecto histórico que es su identificación con el cristianismo".
En un ambiente de fiesta de fe, el Purpurado dijo luego que todos en España "abren la puerta de su corazón" a todos los peregrinos que han venido a Madrid y destacó el testimonio de Juan Pablo II, como iniciador de las Jornadas Mundiales de la Juventud.