El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, en una reciente visita a Mar de Plata en donde fue distinguido como "Huésped de Honor", afirmó que "el criterio que nos permite distinguir entre la verdadera Esperanza que no defrauda y la esperanza, puro espejismo de una engañosa promesa, es ésta: saber si nos lleva o no a alcanzar la vida plena y perdurable".
De visita en el país gaucho, y luego de recibir el Doctorado Honoris Causa en la Universidad Fasta en Mar de Plata, el Arzobispo indicó que "se dan pues verdaderas y falsas esperanzas, esperanzas engañosas y quiméricas y esperanzas realizables, sólidas y firmes esperanzas del bien y de los bienes que constituyen la felicidad del hombre".
Durante la conferencia, entre cuyos asistentes se encontraban el Obispo de la ciudad, Mons. Juan Alberto Puiggari, y el Obispo Auxiliar de Madrid, Mons. Fidel Hérraez Vega, el Cardenal Rouco afirmó que "la medida y el criterio que nos permite distinguir entre la verdadera Esperanza que no defrauda y la esperanza, puro espejismo de una engañosa promesa, es ésta: saber si nos lleva o no a alcanzar la vida plena y perdurable en una felicidad sin sombra ni ocaso o si, por el contrario, nos corta o desvía el camino que lleva a ella".