El Administrador Apostólico de Valencia, Cardenal Agustín García-Gasco, pidió a los centros católicos y a las personas que ocupan puestos de dirección, elaborar un modelo de desarrollo que esté al servicio de la dignidad de la persona y no del dinero, porque la crisis de valores éticos ha sido el origen de la actual crisis económica.
En una reciente carta semanal, el Purpurado señaló que la economía no puede vivir "al margen de la creación de redes de verdadera confianza y de genuina solidaridad", y que "la situación actual nos demuestra lo fácil que es pasar de la crisis de valores éticos a la crisis económica".
"Destruir la ética del comportamiento humano, cifrándolo todo exclusivamente en la legalidad –que acaba siendo legalismo vacío–, acarrea algunas de las tristes consecuencias que estamos sufriendo", explicó.