"La Asunción nos recuerda, entre otras cosas, que nosotros también tenemos una unión con Cristo, hemos sido bautizados y con esto también nos hemos convertido en hijos de Dios, aunque adoptivos, nuestro cuerpo se ha convertido en templo del Espíritu Santo y lo sigue siendo hasta al final de la vida, para esperar en la Resurrección", señaló Cardenal Piacenza.
En esta línea, el Penitenciario Mayor del Vaticano destacó que en la Solemnidad de todos los Santos y en el día de todos los Fieles Difuntos es posible mirar "el punto de llegada de la Asunción de la Virgen: ¡este punto es el otro mundo! Nosotros, todavía peregrinos, estamos constantemente al borde de este otro mundo y si nuestra vida fluye sin la percepción de esta cercanía corre el riesgo de convertirse en una vida vacía, una vida sin propósito".
Por lo tanto, el Cardenal Piacenza dijo que mirar el punto de llegada de la Asunción, mirar al otro mundo, "debería ser un pensamiento habitual para nosotros" porque "está cerca; todo depende de eso, y nosotros, si queremos ser sabios, debemos sentirnos al borde de este otro mundo: es la llamada de la Asunción. ¡El otro mundo!".