A poco de iniciarse la JMJ 2008, el Arzobispo de Sydney, Cardenal George Pell, explicó que hay razones para tener esperanza en el trabajo y apostolado de la Iglesia en Australia, como por ejemplo "un número satisfactorio de seminaristas", más participación de jóvenes en las parroquias, y el trabajo misionero y con los aborígenes que se hace en el país.
En entrevista concedida a la agencia vaticana Fides, el Purpurado indicó que "hay movimientos que están creciendo, entre estos puedo citar la práctica del 'Via Crucis', que está registrando una creciente participación de jóvenes en todas las diócesis. Son signos que nos llevan a tener esperanza".
Al hablar luego sobre las vocaciones, el Cardenal Pell dijo que "en la arquidiócesis de Sydney tenemos 50 seminaristas, un número bastante adecuado por las necesidades pastorales. También en los seminarios de Melbourne y Wagga Wagga el número de los miembros es satisfactorio" y además "es elevado el número de jóvenes laicos que deciden trabajar durante algunos años para la Iglesia. Tenemos un buen número de voluntarios".