La capital de España, Madrid, vivió este 15 de agosto uno de sus días grandes en la solemnidad de la Asunción de María, día en el que se celebra también a la Virgen de la Paloma.
El Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro Sierra, presidió una Misa en honor a La Paloma en la parroquia del mismo nombre en la que aseguró que la Virgen "nos reúne a los madrileños y nos enseña a no tener miedo a apuntar más alto", a "apuntar hacia la santidad".
El Cardenal recordó la historia de esta advocación tan querida por los madrileños. "Un día, unos niños se pusieron a jugar con este retrato de la Virgen que habían tirado a la basura. Viendo qué era, una mujer modesta los convenció para cambiarlo por unas monedas. Colocó la imagen en un lugar donde pudieran rezarla todos. Y hoy seguimos los madrileños invocando a la Madre de Dios a través de esta imagen sencilla y le decimos: ¡Salve María, Virgen de la Paloma!", explicó.