Asegura que muchos de ellos carecen de experiencia en Sudamérica y si se les ha encomendado este encargo es porque "siguen la línea oficial y controlan los temas del camino sinodal que han emprendido la Conferencia Episcopal Alemana y el Comité Central de los católicos alemanes" en temas como la abolición del celibato, el acceso de las mujeres al sacerdocio o la adaptación de la moral sexual revelada a la ideología de género.
En la reflexión del Cardenal Müller se advierte también de los peligros que entraña el concepto de "cosmovisión" presente en el Instrumentum Laboris: "Una cosmovisión con sus mitos y el mágico ritual de la 'Madre Naturaleza', o de sus sacrificios a los 'dioses' y espíritus que nos causan un gran temor, o que nos seducen con falsas promesas, no pueden ser un enfoque adecuado para la venida del Dios Trino en Su Palabra y en Su Espíritu Santo".
El Cardenal pide mayor seriedad a los responsables del Instrumentum Laboris y pregunta: "¿Acaso en la formación de los futuros pastores y teólogos debe sustituirse el conocimiento de la filosofía clásica y moderna, de los Padres de la Iglesia, de la teología moderna y de los concilios por la cosmovisión amazónica y la sabiduría de los antepasados con sus mitos y rituales?".
"La contemplación del cosmos es sólo la ocasión para glorificar a Dios y su maravilloso trabajo en la naturaleza y la historia. El cosmos, sin embargo, no tiene que ser adorado como Dios; sólo el Creador debe serlo", hizo hincapié el Cardenal.