El Cardenal Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, no ha querido confirmar ni desmentir que sea uno de los cardenales que firmó una carta entregada al Papa Francisco -y hecha pública por el vaticanista Sandro Magister- en la que expresan sus preocupaciones respecto al Sínodo. Sin embargo sí ha afirmado que la difusión del texto busca "dividirnos".
En una entrevista concedida al periódico italiano Il Corriere della Sera también habla del acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar así como de las supuestas tensiones que se viven en el Sínodo.
Sobre la supuesta carta firmada por un grupo de cardenales -cuatro de ellos han desmentido haberlo hecho-, Müller responde que "yo no digo si he firmado o no" pero "el escándalo es que se haga pública una carta privada del Pontífice". "Esto es un nuevo vatileaks. Los actos privados del Papa son propiedad privada del Papa y de ningún otro. Ninguno puede publicarla, no sé cómo ha podido suceder, y quién lo ha hecho debería justificarlo".