El Administrador Apostólico de Valencia, Cardenal Agustín García-Gasco, recordó que "poner en obra la Doctrina Social como lenguaje del amor es la aportación específica del fiel laico católico" y que la Iglesia lo anima a proyectarlo en la vida del país.
"El amor es como un músculo moral. Cuanto más se ejercita, más facilidad se adquiere para seguir amando", afirmó el Arzobispo Emérito de Valencia en su carta semanal "La caridad en la vida social", en la que recordó que "la Iglesia anima a que la presencia del fiel laico en la vida social se caracterice por el servicio, signo y expresión de la caridad, del amor entre las personas, llamado a manifestarse en la vida familiar, cultural, laboral, económica o política".
El Purpurado afirmó que al ejercer el amor en la vida social, el católico expresa la verdad de su fe y "la verdad de la Doctrina Social de la Iglesia, que encuentra su plena realización cuando se vive concretamente para solucionar los problemas sociales".