El Arzobispo de Washington (Estados Unidos), Cardenal Donald Wuerl, instó a los católicos a permanecer firmes en la fe  y que "nunca deben permitir que la violencia que existe en el mundo hiera nuestra íntima convicción de que Cristo es el camino, la verdad y la vida".

El Purpurado señaló que en este momento particular de la historia, oramos especialmente por "Siria y el Medio Oriente, pidiendo que Dios con el poder de su amor abra sus corazones para sean cambiados, así el mundo podrá cambiar".

El Cardenal Wuerl durante su homilía en la Misa que se celebró el 7 de setiembre en la Basílica Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, D.C. dijo que "la Iglesia siempre nos llama a la oración" e indicó que "el mismo Jesús nos dijo que donde están dos o tres congregados en mi nombre, ahí estoy".

Agregó que ahora "el Papa nos invita a unirnos a él y las decenas de miles de personas que se reúnen en esta misma hora en Roma, en la plaza de San Pedro" en la jornada de oración de ayuno.

En la ceremonia Eucarística también estuvo presente el Nuncio Apostólico en los Estados Unidos, Arzobispo. Mons. Carlo María Viganò.

Cardenal Wuerl oró "por aquellos que son parte de nuestra familia humana y que soportan terribles actos de violencia" y pidió la bendición de Dios "sobre aquellos que se esfuerzan por contener la violencia en todo el mundo".

Recordó a los fieles que "lo que el Señor nos dice es que tenemos el poder dentro de nosotros para hacer de este mundo un lugar mejor", y explicó que "nuestras acciones individuales y que en apariencia son pequeñas, juegan un papel importante en la gran lucha entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas, entre la paz y la guerra, entre la violencia y la armonía, entre el odio y el amor".

"Jesús nos dice que la victoria se inicia por primera vez en cada corazón humano" e hizo hincapié en que la Misa muestra "solidaridad con nuestro Santo Padre Francisco. Al unir nuestra oración con la de nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo católico, la oración se convierte en verdaderamente universal y un signo de esperanza".