El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Card. Juan Luis Cipriani Thorne, celebró la Misa de Pentecostés en la Basílica Catedral de Lima, en la que señaló la importancia para el cristiano de “morir cada día a los pecados personales”, para convertirse en “otro Cristo porque el Espíritu Santo es quien habla y piensa por mí”.
En su homilía el Purpurado recordó a los fieles que “el Espíritu Santo es el alma que le da vida a la Iglesia”; y señaló la necesidad de luchar cada día contra “caprichos y rebeldías para que el Señor habite en nuestras almas, para ser otro Cristo con nuestras palabras, en el trabajo, en la familia, en los estudios o con la enfermedad”.
“El Espíritu Santo está con nosotros cuando oramos, meditamos, nos acercamos a la confesión y a la comunión. El Espíritu Santo nos enseña una manera de vivir que para el cristiano no es de este mundo, aunque viva en el mundo. Esa voz, consejo y recuerdo es el Espíritu Santo que habla”, agregó.