En entrevista concedida al diario El Comercio, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, resaltó que la "Iglesia y yo defendemos los derechos humanos de todos", al ser preguntado sobre la "leyenda urbana" que sus enemigos y detractores suelen presentar para tratar de mostrarlo como enemigo de los derechos fundamentales de las personas.
Al ser preguntado por aquella frase atribuida a él y que los medios presentaron (y presentan) fuera de contexto, el Purpurado explica que esto se ha convertido en "un eslogan para atacar la honra del Cardenal. Han puesto en mi boca una frase que no pronuncié. Todos conocemos que en los años más difíciles de Ayacucho algunas instituciones solo se preocupaban por lo que ocurría con los terroristas (en los años 80’s – 90’s). Una verdadera contradicción porque los derechos humanos son universales, patrimonio de todos. En ese contexto le comenté a un huantino que trabajaba en Caretas ‘Oye esa coordinadora es una’".
La periodista Martha Meier cita luego que "otra parte de la leyenda dice que usted colgó un cartel para desalentar a presentar casos de violaciones a los derechos humanos", sobre lo que el Cardenal precisa "el informe de la Comisión de la Verdad menciona que en el Arzobispado de Ayacucho había un cartelito que decía: ‘Aquí no se reciben casos de derechos humanos’. Si preguntas a unos, dirán que era un papel en la puerta, otros que una pizarra. Es como aquel pasaje del Antiguo Testamento cuando dos ancianos quieren calumniar a una mujer y al preguntárseles por separado bajo qué árbol la vieron pecando, uno dijo bajo una acacia y el otro bajo una encina. Creo que, lamentablemente, el país sigue dividido, en la oscuridad de la cólera, de las venganzas".