El Cardenal Miloslav Vlk, Arzobispo de Praga y Primado de la República Checa, rechazó la propuesta de que la Iglesia Católica comparta con el Estado la administración de la histórica Catedral de San Vito.
La disputa en torno a la propiedad y la administración de la Catedral se remonta a la era comunista, cuando las propiedades de la Iglesia fueron confiscadas por el estado.
Desde hace 17 años, con la caída del comunismo, la Iglesia reclama la devolución sin condiciones de las propiedades eclesiásticas, en particular la Catedral de San Vito.