El Cardenal Achille Silvestrini, Prefecto Emérito de la Congregación para las Iglesias Orientales, lamentó la publicación en Dinamarca de unas polémicas caricaturas sobre Mahoma que han ofendido a la comunidad islámica mundial.
En declaraciones al diario “Corriere della Sera”, el Purpurado explicó que se podría entender la sátira sobre los usos y costumbres del Islam, pero no sobre "el Corán, Alá o su profeta".
Según el Cardenal Silvestrini, una libertad de sátira que ofende el sentimiento religioso de otros se convierte en una agresión y es lamentable cuando se afecta a los ciudadanos. Estos pueden recurrir a los jueces, pero "si las ofensas se dirigen a sus símbolos religiosos ¿cómo podrán defenderse?".