El Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, reafirmó la legitimidad de las protestas de los inmigrantes latinos en Estados Unidos y recordó que los llamados indocumentados son personas que también gozan de la dignidad de hijos de Dios.
Durante la inauguración del Museo Diocesano de los Mártires Mexicanos, el Purpurado dijo que a los indocumentados, "no hay que llamarlos ilegales”. “Los indocumentados eso son, no son criminales, no son ilegales, es gente que por la necesidad por el hambre o por la ignorancia se fue sin papeles y es muy bueno que el país que les da trabajo y recibe también beneficios de ellos –porque trabajan en los trabajos más humildes y más duros– los trate con justicia, les dé un estatus, ponga por delante la dignidad humana, la dignidad del emigrante y les concedan o la ciudadanía o por lo menos contratos temporales justos”.
Sobre la responsabilidad en la situación de los inmigrantes, el Purpurado dijo que los "responsables somos todos, pero la mayor responsabilidad es del gobierno, tal vez son los empresarios, el sistema educativo que no ha preparado al pueblo para valerse por sí mismos y exigir sus derechos", pero, reafirmó, "los principales responsables son los gobernantes y en este sexenio perdido que se va, que el cambio que no se dio, pues, los legisladores con el Ejecutivo no supieron dialogar para hacer las reformas requeridas y sacar la economía a flote, son muy responsables de esta situación"