Con ocasión de la Jornada Mundial de las Migraciones en España que se celebrará el próximo domingo 14 de enero, el Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, invitó a la comunidad cristiana a comprometerse a favor “no sólo de los hombres y mujeres inmigrantes, sino también de sus familias”.
En su carta pastoral “Inmigrantes y madrileños, una sola familia", el Purpurado alienta a “responder a la necesidad especialmente apremiante de la acogida y acompañamiento de la familia inmigrante que, tras amplios períodos de separación, reagrupada, recomienza entre nosotros en situaciones culturales diferentes y materiales precarias”.
En su misiva, el Cardenal Arzobispo pide a los inmigrantes no perder su propia identidad a la vez que se abran a los valores del pueblo que los acoge: los trabajadores inmigrantes y sus familias “están llamados a esforzarse para ser ellos mismos en estas condiciones de vida, que les toca vivir y a la vez adoptar, solidarios con los demás, una actitud positiva y abierta, que requiere conocimiento y empeño ante los valores religiosos y culturales de nuestro pueblo y de los demás grupos étnicos de emigrantes, y a desarrollar en ellos el sentimiento de pertenencia a nuestra sociedad y la voluntad de participar en ella. Y, de esta suerte, a recomponer su escala de valores”.