El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, denunció que “el surgimiento de una cultura antifamiliar impulsada desde el poder siempre provoca un vacío humano y espiritual en las vidas de los jóvenes”.
"El surgimiento de una cultura antifamiliar, que intenta imponerse en las convicciones y en las costumbres sociales con el objetivo del dominio y manipulación personal y comunitaria del hombre, provoca siempre un vacío humano y espiritual en las vidas de los niños y jóvenes”, explicó el Purpurado.
En una carta títulada “Familia y escuela en diálogo educativo”, publicada con ocasión de la realización de la Jornada Diocesana de Enseñanza a realizarse este sábado, el Purpurado recordó que la coordinación entre la escuela y la familia potenciará su capacidad educativa, y la descoordinación de responsabilidades entre ambas, la disminuirá.