8 de septiembre de 2005 / 08:56 AM
El Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega, publicó en la víspera una declaración en la que rechaza las “insultantes” acusaciones del embajador cubano ante el Vaticano contra la Iglesia en la isla.
El Purpurado reaccionó enérgicamente a las declaraciones que el embajador Raúl Roa Kourí hizo a la agencia informativa italiana ASCA. Roa insinuó una ruptura entre obispos y sacerdotes cubanos. Dijo que mientras los prelados “piensan con la mentalidad de los emigrados de Miami”, los sacerdotes son más cercanos a los intereses del pueblo y del gobierno comunista.
Según el Cardenal Ortega, “el embajador Roa Kourí utiliza un lenguaje irrespetuoso y a veces ofensivo, nunca empleado antes por ningún embajador de Cuba en la Santa Sede”.