Al inicio de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Colonia 2005, el Arzobispo anfitrión de la ciudad, Cardenal Joachim Meisner, señaló que la JMJ “es un acontecimiento profundamente espiritual para el que han llegado muchas personas. Es un acontecimiento que quiere y busca despertar la alegría de la fe en Dios”.
En conferencia de prensa, el Purpurado también indicó que la “generación de jóvenes debe dar testimonio de su fe públicamente" resaltando "la necesidad de ésta en el mundo en que vivimos”.
Al referirse a Juan Pablo II, afirmó que el fallecido Pontífice “nos ve desde el cielo” y agregó que ahora con Benedicto XVI “debemos hacer lo que Juan Pablo II nos pidió: ´ser constructores de una cultura de solidaridad´”.