El Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Cardenal Alfonso López Trujillo, recordó que la familia es un "patrimonio de la humanidad, que no pertenece a nadie, ni siquiera a los políticos y parlamentarios, que quieren establecer sus modelos como si fueran los creadores".
Para el Purpurado, lo primero debe ser "la humanización de la familia, como el comienzo para humanizarnos nosotros mismos".
Según el Cardenal López Trujillo, "el Estado no puede asfixiar las sociedades con una falsificación de la democracia", ya que "la familia no es sólo un apéndice del Estado y no puede ser tratada como un objeto".
